Composiciones propias 161
Vuelve el gato del demonio, quién tiene ganas de ser bueno cuando la gente no se lo merece.
Composiciones propias 162
La gente confunde ser bueno con ser impasible ante la subnormalidad ajena
Composiciones propias 163
No trates de ser el señor de la oscuridad ni de la luz, ambas son batallas perdidas. Tarde o temprano el sol sale, y pronto vuelve la noche, hay que estar preparado para todo, lo bueno y lo malo.
Composición propia 164
Es un sentimiento totalmente ilógico, pero por eso es un sentimiento, porque no sigue las reglas de la lógica.
Composiciones propias 165
Si tuviera a alguien con quién fugarme, me iría lejos, muy lejos, pero no para escapar, si no para sentir, para vivir, para atreverme a todo aquello a lo que tengo miedo, para amar sin sentir que es una inversión perdida, sino por el placer de amar, para sentir el viento sin pensar que indica una dirección, dejarme mecer por las olas mientras duermo entre arenas. Algo tan simple como sentarse en una roca de la costa y dejar que el viento enfriara mis mejillas sin preocuparme en cuanto tiempo estar allí, mirando a la nada.
Porqué a veces buscar la estabilidad y la evolución parecen más bien construirse una prisión que posibilidades de ser libre...Necesito tiempo para perder el tiempo
Composiciones propias 166
El mundo está lleno de colores ¿Porqué te empeñas en ver solo uno?
Composiciones propias 167
Cuando uno se da cuenta de que sus sufrimientos y tristezas son causa de personas ajenas y que sus alegrías y momentos de felicidad provienen de uno mismo...se plantea muchas cosas.
Composiciones propias 168
Primero uno tiene que sentirse bien con uno mismo y saber hacerse feliz, luego el socializarse con los demás es una inversión y como toda inversión supone un riesgo, que puede ocasionar pérdidas o enriquecer tu vida.
Composiciones propias 169
No me importa estar solo hasta que estoy rodeado de gente, sólo entonces siento la soledad.
Composiciones propias 170
No es que yo me siento mujer y por eso me lleve mejor con ellas, simplemente tenemos un enemigo común.
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