Jane volvió entonces la mirada a su derecha y observó como Tera preparaba un caballo apresuradamente.
-Eh tú!
Tera intentó echarse al galope pero el caballo avanzó solo unos pasos cuando fue tirada por Jane al suelo agarrada por sus ropajes.
-¿Adónde te crees que vas?
-Huyo.
-¿Huyes? ¿Porque? No voy a matarte…
- Puede que vos no, pero ahora yo ya no soy útil para la reina y mi destino es demasiado incierto, deberíais preocuparos por vuestra amiga, pues ahora está en su poder.
- ¿Esa loca saltarina trabaja para la reina? ¿Cómo sabes eso?
-Porque yo también lo hacía, soy una exsirvienta de su séquito.
-Entonces tendrás que acompañarme.
-Yo…no, debo irme cuanto antes.
-¡De eso nada monada!- Jane la agarra por el cuello de su vestido arrastrándola- En cuanto me vista me guiarás hasta el palacio y allí me ayudarás a infiltrarme, además ¿no estaba esa mierda de no poder ir sin una originaria de Fedicia?
En pocos minutos las dos mujeres ya estaban galopando camino al Palacio, la atenta mirada de algunas vigilantes observaban con recelo a la pareja mientras alternaban velocidades a caballo para simular cierta normalidad.
- ¿Y cual es la razón de que se hayan llevado a Ellain?
- Nuestra reina lleva buscando años a Luna Negra.
-¿Luna Negra?
-Luna Negra es una de las más conocidas asesinas de Demea, ha terminado con la vida de muchos dirigentes de importantes regiones, nadie realmente ha visto su rostro y apenas se sabe que es una mujer por su grácil silueta…
-Hablas de ella como si la admiraras…
-Oh bueno yo…es una asesina cierto…pero se rumorea que todas sus víctimas eran castigadas por alguna razón, su próxima víctima probablemente sea la reina, por eso la teme.
- ¿Y porqué se llama Luna Negra? ¿Se baña poco?
- Oh no señora, se dice que todos aquellos que perecen en sus manos, lo último que ven es oscurecerse a la Luna- Aunque es difícil sabe realmente quienes han sido sus víctimas, por estos lugares la necesidad tiene finales lamentables…
- No te pongas melodramática, Ellain estará bien, yo me ocuparé de ello…
Pasados algunos edificios más como un espejismo un brillante edificio apareció ante ellas, majestuoso y presuntuoso el palacio real se mostraba como una dama que disfruta y se embulle de energía con el incansable sol. El color púrpura dominaba la estancia tanto por banderas como piedras preciosas incrustadas en la dura piedra, enormes columnas luchaban por llegar al cielo rodeada toda la estancia y la entrada principal por inquebrantables muros.
-Por favor, déjeme ir ahora señora, yo no puedo ayudarla más, si me detienen ahora, estas podrían ser mis últimas palabras.
-Tú no te vas a ninguna parte, ¿como piensas que voy a meterme aquí sin ayuda?
-¡¡Quién anda ahí!!
Ante el grito la sirvienta aprovechó para huir, Jane intentó agarrarla peor sin éxito.
-Vaya, pero qué tenemos aquí….- Una mujer guardia la apuntaba con un arco tensado.- Seguro que a mi señora Veroca le encantará recibirte, no hace falta que intentes colarte.
-Seguro que podemos arreglar esto de algún otro modo….- Jane alzó sugerentemente la pierna flexionándola levemente dejándola al descubierto mientras que con sus manos se acariciaba un liguero. La guardia miró tal gesto y luego volvió inmediatamente su mirada a los ojos provocadores de Jane.
-¡¡Guardias!!
-Oh…mierda….
Las guardianas del castillo apresaron a Jane y la llevaban dentro del palacio cuando una sombra cruzó de una ventana a otra, Jane miró a las guardianas que parecían no haberse percatado de lo ocurrido.